Es común creer que la felicidad se encuentra en tener cosas. Dinero, poder, una pareja estable… Pero es mucho más que eso, y todos la pueden alcanzar.
¿Tenés ganas de ser feliz? ¿Qué necesitás para lograrlo? Normalmente, la mayoría de las personas responde lo mismo, quiere las mismas cosas. Y esto es porque es común creer que la felicidad se logra con tener cosas. Como por ejemplo, dinero, poder, una pareja estable… Y la lista sigue.
Según ciertas filosofías antiguas, la naturaleza humana está en busca de la felicidad, y los científicos actuales le pusieron un nombre y apellido: “bienestar emocional”. La psicología positiva se encarga de estudiar qué cosas la generan y cuáles la obstaculizan.
En esta línea, el psicólogo norteamericano Michael W. Fordyce (1977/1983) diseñó, tiempo atrás, un programa con 14 actividades que favorecen el bienestar mental, tirando por la borda esa presión por lo material. Analizo cada uno a continuación.
1. Mantenerse más activo y ocupado: El psicólogo menciona que deben hacerse actividades placenteras, que demanden movimiento físico, que sean novedosas, que tengan sentido o no sean triviales (esto de acuerdo a cada persona), y por último es preferible que sean en compañía más que en soledad.
En estos tiempos que corren, la compañía se da mediante la conectividad tecnológica, pero es importante mantener esas actividades que nos conectan con otros.
2. Emplear más tiempo en actividades sociales: Se trata tanto de actividades recreativas como de ocupar el tiempo en ayudar. La solidaridad, la empatía y la escucha de los problemas de otros nos hacen adoptar una perspectiva diferente con nuestros propios problemas.
Elegir una organización solidaria, llamar o ayudar a vecinos mayores, todo lo que hagas por los demás redundará en mayor sensación de bienestar para vos.
3. Ser productivo en trabajos a los que se dé un significado: Lo interesante cambia en cada uno, podés sentir que te sale bien la pastelería o que jugás al ajedrez cada vez mejor. Dedicale tiempo a lo que sea significativo para vos, a lo que te encante hacer.
4. Organizarse, manejar bien el tiempo: Es una de las cosas más conversadas en esta cuarentena. La necesidad de tener una agenda o rutina para organizar el tiempo es vital, ya que a veces ocupás tiempo valioso en cosas que podrían reducirse e incluso obviarse. La organización del tiempo te permitirá ser más productivo y ocupar más espacio en las actividades que te encantan.
5. Detener preocupaciones: Sí, ya sé, es más fácil decirlo que hacerlo. Si podés hacé una lista de lo que realmente está sucediendo en este momento, para contrastarlo con el panorama catastrófico que genera tu mente. También sirve que repases cuáles son las fortalezas y herramientas que puedas desplegar ante los “posibles” futuros negativos.
6. Ajustar expectativas y aspiraciones: Lo que esperás de cualquier situación tiene que ser coherente y paulatino. Podés aspirar muy alto y eso es incluso positivo, pero te coloca en un lugar de desventaja si no cumplís tus expectativas, salvo, claro está, que tengas una gran capacidad de tolerancia a la frustración.
7. Desarrollar un estilo de pensamiento optimista y positivo: Que no quiere decir negador o inocente. El pensamiento optimista puede entrenarse sin que por eso dejes de ver lo que está mal o lo evidentemente negativo. Se trata de recuperar incluso de las peores experiencias aquello que queda como aprendizaje.
8. Estar más centrado en el presente que en el pasado o en el futuro: Me imagino que viste un montón de frases que te lo recuerdan, pero a veces cuesta trabajo no “adelantar la cabeza” o quedarse “pegado” a situaciones pasadas. El único momento en que podés hacer algo para modificar cualquier situación es ahora.
9. Cultivar una personalidad saludable: Quizás podamos decir un carácter saludable. Si bien es un concepto muy amplio podrías comenzar por evitar los extremos como explosiones de ira o desbordes emocionales extremos, ya que no solo afectan tu salud sino la de tu entorno cercano.
10. Desarrollar una personalidad sociable y con actividades fuera de casa: Este punto vamos a tener que posponerlo por el tiempo que dure la cuarentena, pero sin dudas que podemos participar de grupos, actividades, cursos o lo que sea que nos vincule con otras personas y amplíe nuestro horizonte.
11. Ser auténtico: Que no significa ser agresivo con los juicios hacia los demás. Implica expresar de manera asertiva lo que nos incomoda así como lo que nos agrada, y actuar en concordancia con eso.
12. Eliminar sentimientos negativos y problemas: Quizás sea más adecuado decir que no te conviene quedarte adherido a ellos. Hay muchas cosas que no podés eliminar por arte de magia, pero sí podés elegir a qué darle tu atención.
13. Fomentar y conservar relaciones íntimas: Eso implica capacidad de escuchar, tiempo para darle al otro y atención empática para recordar sus problemas. Los vínculos cercanos son muy valiosos y necesitan atención permanente, pero son los recursos que más bienestar nos brindan.
14. Dar valor a la felicidad y su mantenimiento: Una hermosa conclusión de Fordyce. Valorizá lo que te hace feliz e intentá generar situaciones que te la brinden. Es la mejor inversión que podés hacer.
No hace falta que logres todo junto, hay puntos que cuestan más que otros, pero pensá que con solo mejorar cualquiera de ellos comenzarás a sentir mayor bienestar emocional, o sea, vas a ser más feliz.
(*) Laura Podio es licenciada en arte y psicólogía (M.N. 66722), fundadora y directora de PSIDEAR Psicología desde el Arte.
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