Se trata de una enfermedad progresiva y poco frecuente que suele confundirse con asma o EPOC, lo que demora de 2 a 4 años su diagnóstico, restando oportunidades a quienes la padecen.
Para la mayoría de las personas respirar no requiere mayor esfuerzo. Pero para quienes padecen Fibrosis Pulmonar Idiopática (FPI), respirar de a poco se va convirtiendo en una tarea cada vez más difícil.
“La FPI afecta principalmente la salud de adultos mayores a 60 años y si bien su causa es aún desconocida se sabe que existen factores de riesgo como: tabaquismo, antecedentes familiares y la inhalación de determinadas partículas orgánicas o inorgánicas. Se trata de una enfermedad que invariablemente se asocia con mal pronóstico, aunque la historia natural de la misma es variable e impredecible”, explican el Dr. Martin Eduardo Fernández (MN 122.441) y Dr. Santiago Auteri (MN 123.770), Coordinadores de la Sección de Enfermedades Pulmonares Intersticiales de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), Consultorio Multidisciplinario Especializado en Enfermedades Pulmonares Intersticiales Difusas (EPID) del Hospital de Rehabilitación Respiratoria ¨María Ferrer¨.
Si bien la prevalencia estimada en Argentina es entre 6.000 y 12.000 casos, la Fibrosis Pulmonar Idiopática puede confundirse fácilmente con otras afecciones respiratorias más frecuentes, como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), o insuficiencia cardiaca. Esto genera una demora de entre 2 y 4 años para una correcta valoración y acceso a un tratamiento adecuado. Y es que, a medida que esta condición progresa, genera severas complicaciones y daños irreversibles en quienes la sufren.
La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) reconoce la necesidad de promover el conocimiento de esta condición de salud en la población argentina, incrementar su detección oportuna y buscar los mecanismos necesarios para que los pacientes cuenten con el tratamiento que les permita mejorar su calidad de vida.
El próximo 7 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Fibrosis Pulmonar Idiopática, y es una oportunidad para visibilizar la enfermedad, reconocer la importancia de su diagnóstico precoz y del acceso a tratamientos que permitan enlentecer su avance y evitar las crisis, con el fin de que las personas vivan más años y mejoren su calidad de vida.
Síntomas que avisan
En este sentido, es importante estar atentos a estos síntomas:
Sensación de ahogo o falta de aire (llamado disnea), que surge al realizar algún esfuerzo físico intenso, pero luego de no tratar la enfermedad va aumentando la enfermedad progresa. En la fase final, aparece cuando el paciente se baña o se viste e incluso puede generar falta de aire en reposo. Este ítem es muy importante porque muchas veces las personas minimizan estos síntomas porque piensan que el cansancio al hacer algún esfuerzo se debe a la edad y no es así.
Tos predominantemente seca.
Puede asociarse a falta de apetito u opresión en el pecho.
Para un diagnóstico correcto
Por tratarse de una enfermedad poco frecuente el paciente suele pasar por varios médicos hasta lograr un diagnóstico.
El curso clínico de la FPI es desconcertante y en ocasiones la falta de información dificulta a pacientes y familiares que resuelvan sus dudas. Por ello es muy importante que las autoridades de salud, la comunidad médica y público en general se unan en el trabajo imprescindible de dar visibilidad, sensibilizar y sobre todo abogar por el acceso a tratamientos que ayuden a los pacientes a respirar mejor y mejorar la calidad de vida.
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