Este elemento fitness ganó popularidad pero su empleo puede traer aparejados algunos riesgos.
Fecha de publicación: 20 de Enero 2021, 13:22hs
La pandemia de coronavirus fue la excusa perfecta para que empezáramos a utilizar esos elementos fitness que compramos con toda la buena voluntad del mundo, pero quedaron escondidos en el placard juntando polvo. Las pesas, bolas bosu, ab rollers, bandas elásticas o las sogas se convirtieron en una opción ideal para mantenernos activos durante la cuarentena. Y tras meses de emplearlos, ya muchas personas convirtieron su uso en una rutina.
Uno de los elementos fitness que más llamó la atención fueron las llamadas pesas rusas o kettlebell, que ya habían vivido su apogeo en 2019, de la mano de actividades como el crossfit. Estas herramientas actúan principalmente en lo que es la coordinación, la concentración, el equilibrio, la postura, la fuerza muscular, la velocidad, la agilidad y la resistencia.
La multiplicidad de ejercicios que se pueden hacer con las pesas rusas implican balanceo y distintas posturas y mecánicas, por lo que es una actividad física de alta intensidad en donde hay mucha demanda de grupos musculares. Por eso, con las kettlebells se logra un gasto calórico elevado en un período relativamente corto de tiempo (los expertos calculan que en promedio unas 20 calorías por minuto).
“Si uno quiere enfocarse en ganar masa muscular es mejor la utilización de las mancuernas o máquinas. Si se busca fomentar la parte cardiorrespiratoria ahí sí juega un rol importante el usar las pesas rusas porque con ellas no se trabaja un músculo, sino diferentes cadenas musculares de acuerdo al gesto o movimiento deportivo que uno realiza”, señala a Con Bienestar el deportólogo Tomás Ghergo (M.N. 64.292).
Ahora bien, ¿son las kettlebell las herramientas más adecuadas para ejercitarnos en casa? Depende. Para elegir cuál es el elemento fitness que más se adapta a nosotros tenemos que tener dos cosas bien claras: nuestra condición física (edad, sexo, estad físico, condición clínica y si padecemos enfermedades de base) y los objetivos que buscamos con esa actividad.
“En un entrenamiento con pesas rusas, la frecuencia cardíaca llega a niveles que son muy importantes, por lo que en una persona que quizás tenga una patología de base en donde están contraindicados los trabajos de alta intensidad, puede ser muy perjudicial”, advierte Ghergo.
En el caso de las pesas rusas es muy importante tener una buena técnica, que se consigue con la supervisión de un entrenador o instructor que tenga conocimiento sobre el tema. El profesional puede comprobar si hacemos el ejercicio de forma correcta para que podamos obtener los beneficios de la actividad.
Es decir, que con este elemento fitness en particular, no podemos comprarlo, ver un video y ponernos a realizar ejercicio porque el riesgo de que se produzcan lesiones es alto. “Primero se debe tener la evaluación clínica para que el médico a cargo determine si estamos en condiciones o no para realizar determinado deporte de acuerdo a la intensidad. Si el profesional afirma que no hay riesgo, el siguiente paso es hacerlo de manera correcta, porque podemos tener las condiciones físicas pero sin un instructor que vigile que la técnica y el peso son los correctos ,y diagrame un entrenamiento personalizado acorde al individuo, dicha actividad puede ser perjudicial”, considera el deportólogo.
El mal uso de las pesas rusas puede derivar en malas posturas y lesiones músculo-esqueléticas como son la tendinitis, los desgarros, las contracturas y las lesiones a nivel de columna.
Es por eso que si queremos hacer una actividad aeróbica leve o moderada, es mejor elegir otro ejercicio como ciclismo, caminatas, trotes suaves o natación.
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