No tratar a tiempo los problemas de la vista de los chicos aumenta los riesgos de sufrir enfermedades.
Descubrir problemas visuales en los chicos suele ser difícil ya que muchos (sobre todo si se encuentran en sus primeros años de vida) no manifiestan síntomas o, sencillamente, no saben qué les está pasando.
De hecho, las alteraciones oculares muchas veces son imperceptibles si solo se manifiestan en un ojo y se hacen evidentes si por algún motivo se tapa el ojo con buena visión y queda descubierto el del problema. También suele suceder que si ambos ojos están afectados y los niños perciben su mundo a través de éstos, creerán que es la única forma de ver, razón por la cual no lo detectan como un síntoma extraño.
Por lo tanto, es responsabilidad de los padres prevenir y tratar las alteraciones quepuedan afectar la vista de los niños, tanto si estas se desarrollan durante la infancia como si son congénitas.
Siete señales de afecciones visuales en niños
1. Tienen dificultades para elegir los colores de la gama básica. Esto se puede apreciar tanto en sus elecciones cotidianas y en su sentido de la observación, como en el momento de realizar combinaciones cromáticas. Los problemas visuales relacionados con los colores no tienen que remitir al daltonismo, que es, en sí mismo, una anomalía más compleja.
2. No prestan la atención debida. Es fundamental saber distinguir los problemas de concentración de aquellos que se derivan de las anomalías visuales. En este último caso, se cansan con facilidad y su interés por lo que se les explica va diluyéndose.
3. Se acercan mucho a las pantallas. Si interactúan de manera asidua con dispositivos electrónicos como smartphones, tablets o teléfonos celulares, será notoria su tendencia a permanecer cerca de las pantallas para no perder detalle de lo que ven o leen.
4. Leen muy de cerca. Algo similar a lo anterior ocurre cuando consultan libros de texto o folios de papel, se acercan más de la cuenta para entender lo que está escrito.
5. Adoptan posturas extrañas con la cabeza. No es que tengan problemas de hiperactividad; en realidad, a veces realizan estos movimientos con el único fin de ver mejor los objetos, avisos, textos o, incluso, personas que tienen delante. Con el paso del tiempo, estas se convierten en un hábito.
6. Se sienten mal en el momento de escribir. Esto también es bastante frecuente y lo hacen de manera inconsciente. Lo que intentan decir es que no pueden enfocar ni apreciar lo que tienen en su campo de visión.
7. Se rascan los ojos y parpadean mucho. Si la anomalía es infecciosa o bacteriana, lo más habitual es que se froten los ojos con frecuencia y parpadeen insistentemente. En fases más avanzadas, el enrojecimiento de los ojos o el lagrimeo constante también pueden ser pruebas irrefutables de que algo no anda bien en la salud visual de los niños.
No tratar a tiempo los problemas visuales de los chicos aumenta los riesgos de sufrir enfermedades que, a largo plazo, pueden comprometer su salud visual en otras edades. A la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo se pueden sumar otras anomalías como el estrabismo, el ojo vago o ambliopía.
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