Un sondeo realizado por el Instituto Gino Germani indicó que el 50% de los encuestados aseguró no haber modificado la frecuencia de sus prácticas sexuales durante la cuarentena mientras que para el 40% decayó y un 10% las incrementó.
En los últimos dos meses cambiaron radicalmente las pautas de los encuentros sociales y se modificaron los hábitos de contacto corporal. Sin embargo a pesar de las recomendaciones de mantener cierto distanciamiento social, la mitad de los porteños y bonaerenses sostuvieron la frecuencia en sus prácticas sexuales, mientras que el 10% las aumentó. Además, según el sondeo del Instituto Gino Germani la gran mayoría no dejará de dar besos ni compartir mate después del aislamiento.
La encuesta acerca de los cambios en los usos y valoraciones de los espacios públicos y privados durante el aislamiento social obligatorio, fue realizada a 2.878 encuestados, de los cuales el 73% eran mujeres, 26% varones y un 1% se identificó con otro género o prefirió no responder.
La OMS también instó a los gobiernos a escuchar a sus poblaciones, ganarse su confianza y hacer una comunicación efectiva de lo que sucede.
Los resultados indicaron que el 50% aseguró no haber modificado la frecuencia de sus prácticas sexuales durante la cuarentena mientras que para el 40% decayó y un 10% incrementó sus prácticas sexuales.
Además, los encuestados no se mostraron proclives a cambiar prácticas culturales que implican un riesgo de contagio: el 72,5% contestó que no dejaría de saludar con un beso o con la mano a otra persona, el 70,4% sostuvo que no dejaría de compartir el mate y el 70,2% no está dispuesta a mantener el distanciamiento social de un metro y medio.
El sondeo se realizó entre el miércoles 8 de abril pasado y el martes 21 mediante una encuesta online. Del total de los entrevistados el 57,9% viven el aislamiento en la Ciudad de Buenos Aires y el 42,1% en alguno de los partidos del Gran Buenos Aires.
El estudio del Instituto a cargo de investigadores del Conicet, Juliana Marcús y Martín Boy, fue nombrado bajo el título: «Cambios en los usos y valoraciones de los espacios públicos y privados en la Región Metropolitana de Buenos Aires: la vida cotidiana en tiempos de alistamiento obligatorio por Covid-19».
Por otro lado, se les consultó a los entrevistados cuáles son las prácticas que podrían incorporar a su vida cotidiana y cuáles no están dispuestos a modificar. Un 82,9% indicó que incorporará como práctica cotidiana el lavado frecuente de manos, y estornudar o toser en el pliegue del codo, es un hábito que un 79% lo incorporaría.
Además el 53,8% de los encuestados manifestó que evitaría la asistencia a espacios con aglomeraciones y el 52,7% incorporaría el uso de alcohol en gel una vez terminado el aislamiento.
Las personas encuestadas también demostraron una baja predisposición a cambiar hábitos vinculados al uso de la ciudad luego del período de aislamiento obligatorio: el 90,8% dijo que no regularía su tiempo de permanencia en espacios públicos tales como la calle, las plazas y parques.
Respecto a datos del muestreo, se informó que 10% de los encuestados viven su aislamiento en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, el 64% en el centro y el 25,4% en el norte porteño, mientras que los bonaerenses que participaron, un 34,7% reside en el sur, un 22,6% en el oeste y un 42,7% en el norte.
Los sociólogos que integran el desarrollo del estudio realizado por el instituto son Joaquín Benitez, Martina Berardo, Agustina Márquez y Diego Vazquez. También participaron María Agustina Peralta y Magdalena Felice, ambas como becarias que trabajan en el Grupo de Estudios Culturales y Urbanos (GECU) del Instituto Gino Germani.
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