Más allá de ser un tejido contráctil, estético y que nos permite movilizarnos, se comporta como la tiroides, las gónadas, las glándulas suprarrenales, entre otras.
Cada vez más personas, motivadas por situaciones particulares, suelen hacer actividad física. Pero son pocos los que conocen su importancia en la salud y el verdadero rol que cumple el músculo, por ejemplo, en nuestro organismo.
Más allá de ser un tejido contráctil, estético y que nos permite movilizarnos, el músculo recién fue estudiado en detalle en el año 2003; es decir hace tan solo 16 años, cuando se publicó el primer trabajo que daba cuenta de que el músculo se comportaba como una glándula endocrina; así como la tiroides, las gónadas, las glándulas suprarrenales, por ejemplo.
Lo cierto es que Perdensen BK, junto a su equipo de trabajo, dio a conocer la primera sustancia liberada por el músculo que funcionaba como una hormona. En dicha publicación menciona el rol de esta sustancia conocida por los profesionales de la salud como interleukina 6 (IL-6).
Esta sustancia no es nueva, muchos profesionales la estudiaron y conocieron en sus épocas de facultad al estudiar su rol en el sistema inmunológico. Lo que sí es nuevo es su relación con el músculo y la hormona.
Según el autor, la IL-6, una vez liberada por el músculo, ejerce su efecto sobre el tejido adiposo, induciendo la lipólisis (lipo proviene de la palabra grasa; en tanto que lisis hace alusión a su disolución) y el aumento de la oxidación de los lípidos de todo el cuerpo. Además esta hormona mejora la resistencia a la insulina y disminuye la posibilidad del desarrollo de aterosclerosis.
Qué funciones desarrolla el músculo como órgano endócrino
– Estimula la captación de glucosa
– Regula la producción de glucosa en el hígado
– Promueve el buen funcionamiento de la insulina a nivel del páncreas
– Estimula la osteogénesis (formación de hueso)
– Promueve la angiogénesis (formación de vasos nuevos)
– Estimula procesos antiinflamatorios
– Promueve incluso el crecimiento
Con el avance de los estudios sobre el tema, se han relacionado aproximadamente 3 mil hormonas con el funcionamiento del músculo.
Como son sustancias que libera el músculo, a estas hormonas se las denominó miokinas para diferenciarlas de las hormonas liberadas por la grasa o tejido adiposo; denominadas adipokinas.
Este descubrimiento lleva a varias conclusiones:
– Un plan nutricional muy restrictivo podría aumentar el riesgo de perder masa muscular (junto con la grasa) y eso sería grave para el funcionamiento de esta glándula
– La falta de actividad física deteriora la masa muscular, esto podría generar un mal funcionamiento del músculo y por ende de su funcionamiento hormonal
– La pérdida de masa muscular o el deterioro de la calidad del músculo (por una nutrición inadecuada y sedentarismo) podrían generar una alteración de nuestro metabolismo. Ya que como hemos visto, el músculo influye sobre el mismo.
– El exceso de actividad física tampoco es ideal para mantener la masa muscular. Como regla general, debemos entender que ningún exceso es ideal.
– Tener más masa muscular a base de fármacos o cirugías estéticas puede ser muy estético, pero claramente no es saludable para nuestro organismo. El fin no justifica los medios
Realizar actividad física es una parte fundamental para mantener nuestro organismo/metabolismo funcionando bien y disminuir el riesgo de enfermedades graves y cada vez mas comunes como diabetes tipo 2, obesidad, hipertensión, síndrome metabólico, insulino resistencia, etc.
Comer de forma adecuada, realizar el deporte de tu preferencia y descansar bien mejoran nuestra salud y disminuyen el riesgo de vivir condenados al consumo de un comprimido para tratar una enfermedad prevenible.
La mayoría de las veces, el metabolismo no es la causa de nuestros males, sino la consecuencia de nuestros hábitos.
(*) Alejandro Garcia (MN 106.404) es Médico Especialista en Deporte
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