VIH significa virus de la inmunodeficiencia humana. Este virus puede contagiar a las personas y disminuir sus defensas frente a ciertas enfermedades lo que puede producir el SIDA.
El VIH también se considera una ITS, que puede estar sola o acompañar a otras ITS y que pueden favorecer su contagio si la persona las presenta. Una vez que el virus entra en la sangre se introduce en el sistema inmunológico, y lo afecta dejando a las personas indefensas frente a la llegada de otras infecciones ya sea por virus o gérmenes.
La infección que provoca el virus es de desarrollo lento, pueden pasar años hasta que se manifieste la enfermedad, tiempo en el que el cuerpo mantiene una dura lucha. Durante este período no hay molestias que indiquen si hay o no virus en el organismo, pero la persona ya es portadora del virus o seropositiva, y por ello es capaz de transmitirlo.
El VIH vive en los seres humanos y se encuentra en mayor cantidad en la sangre, el semen, los líquidos vaginales y la leche materna. También hay en muy pequeñas cantidades en la saliva, las lágrimas, la orina o la transpiración, aunque no existen casos de transmisión por estos líquidos.
¿Qué es el SIDA?
SIDA significa Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida y es el conjunto de enfermedades que se producen por el debilitamiento del sistema inmune, por lo que la persona se hace más sensible a tener infecciones repetidas o cánceres de diverso origen, porque no puede defenderse.
El SIDA es una enfermedad nueva. Su aparición fue en los años 80 y los primeros casos fueron de personas homosexuales. Es un problema no explicado por completo y en su origen hay muchas teorías. Con el paso de los años se ha ido convirtiendo en una de las enfermedades más preocupantes para el mundo entero.
En la actualidad, se habla de VIH como una enfermedad crónica, porque aunque no se ha encontrado la cura, con los nuevos tratamientos pueden pasar muchos años hasta que se desarrolle la enfermedad.
Hablar de VIH/SIDA significa reflexionar acerca de lo que las personas “hacen” en su vida sexual, y no sobre lo que las personas son, es decir, tiene que ver con las conductas sexuales que se adoptan y la forma cómo las personas van adquiriendo maneras de cuidarse y de cuidar al otro/a, teniendo una pareja sexual única y mutuamente fiel, practicando la abstinencia sexual o usando siempre y en forma correcta el condón. De hecho, en los últimos años ha habido un desplazamiento de la enfermedad hacia las mujeres, siendo la mayoría de ellas casadas o con pareja estable, quienes son contagiadas por sus parejas en mayor proporción.Consumo de Antibióticos
Varias de las ITS más comunes se tratan con antibióticos. Los antibióticos son medicamentos que combaten los microorganismos. La clamidia, la gonorrea y la sífilis son infecciones bacterianas que se curan fácilmente con antibióticos. Sin embargo, en el caso de la sífilis, si no se trata a tiempo en sus primeras fases, el daño que causa puede ser irreparable.
Los antibióticos también son usados para tratar la “enfermedad pélvica inflamatoria” (EPI). La EPI es una infección bacteriana que algunas mujeres desarrollan en la trompa de Falopio, el útero, el revestimiento del útero y en los ovarios.
La EPI no suele ser el resultado posterior a una infección de transmisión sexual, pero en la mayoría de los casos sí lo es. Las ITS que más comúnmente causan una EPI son la gonorrea y la clamidia.
El tratamiento para la EPI también puede incluir reposo y abstinencia sexual. En algunos casos, la EPI puede ser tan grave que requiere hospitalización y cirugía para remediar los abscesos y el daño a los órganos reproductivos.
Algunos antibióticos se recetan en una dosis, mientras que otros se suministran en dosis múltiples a lo largo de una semana. Es importante tomar todo el medicamento de acuerdo a las indicaciones del proveedor de cuidados médicos para eliminar por completo la infección. Muchos de estos profesionales también proporcionan antibióticos para llevar al hogar para las parejas de las personas con clamidia o gonorrea.
Algunas ITS ocurren a causa de un virus. En la mayoría de los casos, la mejor defensa contra un virus es el propio sistema inmunológico.
Las verrugas se pueden tratar con una crema tópica medicada, a través de la electrocauterización (las quema) o mediante la crioterapia (congelamiento). Por otro lado, el herpes se puede tratar con medicamentos que aceleran la curación de las llagas, reducen la cantidad de brotes y disminuyen la posibilidad de transmitir el virus a otros. El dolor asociado con las llagas se puede aliviar con baños calientes, compresas frías, compresas de hielo, aspirina, acetaminofén o ibuprofeno. El uso de ropa de algodón y mantener las llagas secas también puede acelerar la curación.
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) gradualmente desarticula el sistema inmunológico. El SIDA es el estado más avanzado de la enfermedad del VIH. Si tienes VIH/SIDA, puedes tomar una combinación de medicamentos llamada «cóctel» que puede ayudar a proteger el sistema inmunológico y aliviar los síntomas.
Estos cócteles se dan en forma gratuita en el Ministerio de Salud. Por eso, la mejor defensa contra el SIDA es que la gente evite contraer el VIH. Los condones de látex reducen grandemente el riesgo de infección, por eso es importante que todos usen condones cada vez que tienen sexo vaginal o anal.
Siempre que se haga un tratamiento para una ITS, es importante seguir correctamente las indicaciones del médico. Es necesario para un mejor control, el asistir a las cita de seguimiento programadas por el doctor.
Además, la persona puede hacer mucho para retrasar la aparición de las enfermedades: evitando volver a contagiarse, llevando una vida sana, teniendo una buena alimentación, tomando medicamentos, asistiendo a controles médicos, etc.
Cada día se avanza más en las investigaciones de medicamentos, por lo que el período sin molestias se está alargando mucho. Con todo, la prevención es el único modo de luchar contra la infección.
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