Es una condición que afecta al desarrollo temprano de la persona y que altera especialmente las áreas vinculadas al lenguaje, la comunicación, la interacción social.
El Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo es la oportunidad para generar una mayor conciencia respecto de la importancia de que los profesionales de la salud acompañemos el desarrollo subjetivo de niños y niñas desde los primeros momentos de su vida, atendiendo especialmente a las dificultades inherentes a la comunicación que posibiliten intervenciones tempranas. A su vez, debe hacerse hincapié en la importancia de acompañar a madres, padres y familias de niños con autismo con una mirada amorosa y no moralizante.
El autismo es una condición que afecta al desarrollo temprano de la persona y que altera especialmente las áreas vinculadas al lenguaje, la comunicación, la interacción social. Por lo general, se ve acompañado de comportamientos estereotipados o intereses restringidos a un objeto o a un tema en particular. Por otro lado, el autismo se presenta en un amplio espectro de características en el desarrollo para cada sujeto en particular. Si bien hay ciertos patrones que se pueden universalizar dentro de la condición autista, cada sujeto con autismo es único y diferente.
La prevención y el diagnóstico del autismo en la agenda pública y sanitaria ha dado lugar a importantes antecedentes en el campo de las políticas públicas y en el campo de la salud en la Argentina. A nivel nacional, la Ley 27.043 sancionada en 2014, y reglamentada en 2019, declara el interés y la importancia de realizar un abordaje interdisciplinario del Trastorno del Espectro Autista (TEA) y en términos de prevención, insisten fuertemente en la detección y la intervención temprana.
En la Ciudad de Buenos Aires, tenemos un antecedente reciente que es la promulgación de un Sistema de Vigilancia del Desarrollo Infantil para la Detección Temprana del Trastorno del Espectro Autista. El marco legislativo hace hincapié en las dificultades en la comunicación y en la interacción social que presentan los sujetos con autismo y destaca la importancia de realizar un control adecuado del niño desde los primeros momentos de vida por parte del equipo de salud, para evaluar la posibilidad de riesgos y/o desafíos en el desarrollo sociocomunicativo de los pacientes.
Las dificultades vinculares entre el bebé y sus padres y aquellas relativas a la comunicación y al desarrollo socioafectivo de cada niño (desde sus primeros meses de vida) son habitualmente observadas por los pediatras; no obstante, son muy escasas las interconsultas tempranas referidas por parte de estos profesionales para la evaluación de problemas vinculares y/o en el desarrollo y, por el contrario, estas observaciones son cada vez más derivadas a los neurólogos.
Una detección e intervención temprana frente a las dificultades evidentes en la comunicación podría prevenir el avance y la profundización de las alteraciones en la comunicación y el lenguaje, mejorando significativamente el desarrollo y la calidad de vida de las personas con autismo.
(*) La licenciada Florencia Casabella (M.N. 57.008) es psicoanalista. Se dedica a la supervisión, atención clínica de niños y adultos y a la orientación a familias en temas de crianza y consultas asociadas a la infancia. Coautora de libros de acompañamiento terapéutico y psicoanálisis.
- Raro
- Asqueroso
- Divertido
- Interesante
- Emotivo
- Increible