No sólo el fitness es para los jóvenes. Cada cual juega su propio campeonato y un profesor estará ahí para acompañar.
Mi profesión suele asociarse a personas jóvenes, con cuerpos esculturales, modelos, atletas, pero lamento desdibujar esa fantasía. El abanico de edades de mis alumnos arranca con Sofi, la futura campeona de patín artístico, con 14 años y termina con Julia que, con sus más de 90, quiere levantarse sola de su sillón y salir a caminar hasta el patio. Como les digo a todos, cada uno juega su campeonato y yo me comprometo a acompañarlos hasta su vuelta olímpica.
La principal premisa con las personas mayores es que mantengan su autonomía, que pierdan sus miedos y que sean conscientes de que si bien tienen limitaciones, pueden seguir en marcha. La tengo a Matilde, que hace poco estrenó su prótesis de cadera y con quien estamos haciendo un trabajo de rehabilitación, que cada día le hace tener más grande su sonrisa.
Indefectiblemente, la mayoría de nosotros vamos a ser muy mayores en algún momento. Al pensar en esa premisa, hago de cada clase una experiencia diferente. Sin dudas trabajamos duro, de acuerdo a las posibilidades de cada uno y durante esa hora que compartimos ellos escuchan mis historias, pero sobre todo yo escucho las de ellos, les hago preguntas haciéndolos pasear por otros años y también sobre la actualidad, con lo que logro que todos sus sentidos se pongan en marcha y lo más importante, que tengan una mente activa.
Las personas mayores necesitan y disfrutan de su entrenamiento personalizado, de poder subir las escaleras del banco, bailar en el cumpleaños de los nietos o de poder arreglárselas solos cuando van al baño. A la vez, los hijos disfrutan de los resultados del trabajo al ver a sus padres activos y eso mejora la calidad de vida de las familias.
Hoy la expectativa de vida es cada vez más alta. En promedio un argentino puede llegar a vivir 76,6 años. Tengo el placer de tener alumnos que superan ampliamente ese número y que se sienten mucho más jóvenes. Además sonríen en cada clase.
Si estás leyendo esta columna y pensás que ye te estás poniendo grande, te cuento que el sedentarismo y el aislamiento social son tus peores enemigos. Tenemos un solo cuerpo para toda la vida por eso te invito a ponerlo en marcha para que puedas disfrutar de cada día.
Siempre digo que cada uno juega su propio campeonato, cada día, por eso un personal trainer para los abuelos es una muy buena opción para llegar a dar su vuelta olímpica.
*Alfredo Roldán es personal trainer y profesor de gimnasia para la tercera edad.
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