La alimentación vegetariana, más aún la vegana, es cuestionada. Sus detractores se preguntan si es apropiada para la población general. Y, sobre todo, en el ámbito deportivo.
Sin embargo, va ganando más popularidad en el mundo del deporte profesional. Varias pruebas lo demuestran: en deportistas de elite como Carl Lewis (atletismo olímpico), Venus Willams (tenis), Dave Scott, (triatlón), David Carter (fútbol americano), Kendrick James Farris (levantamiento de pesas), James Wilks (artes marciales) y Lewis Hamilton (automovilismo), esta forma de alimentación es una característica notable.
Según la Asociación Americana de Dietética, “las dietas vegetarianas, adecuadamente planificadas, incluidas las dietas totalmente vegetarianas o veganas, son saludables, nutricionalmente adecuadas, y pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades. Incluso, permiten cubrir los requerimientos del deportista, como en los casos de alta competencia como los mencionados anteriormente”.
Si se trabaja con planificación, se puede aportar una cantidad adecuada de proteínas, vitaminas, minerales y fibras, sin necesidad de usar alimentos especiales ni suplementos. Si bien hay discusión al respecto, los requerimientos proteicos del deportista podrían estar aumentados debido al mayor entrenamiento y el consecuente incremento del metabolismo proteico.
Las necesidades más elevadas pueden cubrirse, aun si todas las fuentes proteicas son vegetales, con una alimentación variada que incluya varios grupos de alimentos como panes, cereales, legumbres, grasas saludables, frutas y verduras a lo largo del día.
Si bien las dietas vegetarianas suelen ser ricas en alimentos con un gran aporte de vitaminas, minerales y antioxidantes como vegetales y fruta, hay nutrientes que pueden estar en déficit y debemos prestar especial atención. Estos son: las proteínas, el hierro, la vitamina B12, la vitamina D, el calcio, y los omega 3.
Dieta deportiva adecuada
Una dieta vegetariana nutricionalmente adecuada, organizada y planificada puede ser correcta para un deportista del mismo modo que una dieta omnívora inadecuada podría acarrear mermas en el rendimiento.
Hay que mantener una alimentación alta en hidratos de carbono complejos y grasas saludables para que las proteínas jueguen su rol principal y no el energético.
Hay que variar los alimentos a lo largo del día, asegurando el aporte de calorías, distintas vitaminas, minerales y fibra, fundamentales también para mejorar el rendimiento.
Evitar saltearse comidas. El ayuno u omisión de comidas previo al ejercicio puede afectar la performance.
Distribuir los hidratos de carbono y las proteínas lo más equilibradamente posible distribuyéndolos en las cuatro comidas.
Ante la decisión de esta conversión, es fundamental consultar con un nutricionista especializado en el tema para poder ser asesorado y guiado, controlando que la alimentación aporte los nutrientes necesarios de acuerdo a la situación individual.
También es necesario continuar con más estudios científicos que ayuden a determinar el impacto de la dieta vegetariana y vegana en el rendimiento deportivo.
(*) Carolina Paula Caligiuri es licenciada en nutrición y nutricionista deportiva (M.N. 4.797).
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