El descanso es el sueño reparador por excelencia, ya que es el taller donde se repara lo dañado, se desecha lo indeseado y se prepara al organismo para el día siguiente. Lo ideal es dormir entre 6, 7 ½ o 9 horas. Esto se debe a que el sueño se estructura en ciclos de 90 minutos (1 ½ horas). Según el Functional Medical Institute y la Harvard Medical School, lo ideal es despertarse al final de cada ciclo después de 4, 5 o 6 ciclos (de ahí la cantidad de horas indicadas). Despertarse en el medio de un ciclo generaría lo que todos alguna o muchas veces padecimos: malestar, mal humor y cansancio; y esto se debe a que se han dejado algunas tareas a medio camino. De hecho, también nos puede haber pasado que dormimos muy poco y que nos levantamos con mucha energía, lo cual se explica porque seguramente coincidió con un múltiplo de 90 minutos, lo que nos aseguró el efecto de al menos 1, 2 o 3 ciclos completos.
Otra cosa para tener en cuenta a la hora de hablar de “buen descanso” es el cronotipo, según el cual hay individuos más diurnos (alondras), que son los que se despiertan temprano aún sin despertador y les encanta el día; o los más nocturnos (búhos), que son los que no hay quien los levante, se acuestan tarde y aman la noche y los intermedios. Por lo tanto, es importante considerarlos (si se puede), porque de esa forma aprovecharán mejor esa característica.
¿Y cómo lograrlo?
Teniendo en cuenta lo desarrollado, debemos programar nuestro tiempo de sueño de atrás para adelante. Debemos establecer un horario fijo para despertarnos todos los días, o al menos que se pueda cumplir la mayor parte de la semana. Por ejemplo, si elegimos a las 8 AM, cuento para atrás en múltiplos de 1 hora y media (3, 4 ½, 6, 7 ½, etc.). Si pretendo dormir 7 ½ (que serían 5 ciclos de 90 minutos), tenemos que considerar que 8 AM menos 7 ½ da que tendríamos que dormir a las 0,30 horas. Como tardamos aproximadamente media hora en dormirnos profundamente, digamos que con irnos a la cama tipo 0 hs estaría muy bien. De esta forma, más o menos, respetamos lo que el cerebro necesita para terminar sus mecanismos de détox y reajuste completando los ciclos.
Adicionalmente, debemos atender a lo que se dice siempre acerca de no ejercitarse antes de irse a dormir, no beber alcohol ni café, no mirar televisión ni celulares u otras pantallas, “no, no, no”; pero con una premisa para muy importante: cada uno es como es, hay gente que no tiene problemas con esto y hasta algunas de estas cosas favorecen su relax. En estos casos no tendría que suspenderlas; pero lo cierto es que son los menos frecuentes.
Dicho todo esto muy resumidamente, hay que destacar que lo ideal es:
– Completar como mínimo 4 ciclos, máximo 6, salvo excepciones.
– Tratar muy bien a ese organismo mientras está despierto, ya que es la clave para que funcione bien en todos los aspectos.
¿Y qué sería tratarlo bien? Hidratarlo, alimentarlo, ejercitarlo, descansarlo, pensar positivamente, respirar conscientemente. Por último, recordar siempre que un cuerpo sano es un cuerpo sabio.
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