Fútbol: las cuatro lesiones más frecuentes

Practicado por millones de personas a nivel profesional, semiprofesional y amateur, el fútbol es el deporte más popular en todo el mundo. Genera resistencia, nos permite mantenernos en forma y optimiza nuestra velocidad, entre otros beneficios. Sin embargo, como cualquier otra práctica deportiva, no está exento de lesiones, muchas de ellas ocasionadas por las exigencias de las carreras, los saltos o los cambios bruscos de dirección, por ejemplo. Es importante que quienes lo practican sean advertidos sobre aquellas lesiones más frecuentes y conozcan qué deben hacer para lograr una recuperación adecuada, segura y sin secuelas.

1. ESGUINCE

Se trata de una lesión que afecta a los ligamentos, estructuras sólidas, elásticas y poco deformables que unen a los huesos entre sí en el seno de una articulación y cuya función es restringir y dirigir su movimiento. Las más habituales se presentan en el tobillo y la rodilla, y se producen a partir de una torsión o estiramiento brusco del ligamento que supera su capacidad de elasticidad.

Síntomas predominantes: hinchazón, dolor y disminución del movimiento.

Tiempo de recuperación: dependerá de la severidad del esguince y de una rehabilitación adecuada.
Entre 7 a 21 días esguinces de Grado I (distención ligamentaria parcial)
Entre 30 a 65 días esguinces de Grado II (ruptura ligamentaria parcial)
Entre 50 a 60 días esguinces de Grado III (ruptura ligamentaria total)

Es importante que la recuperación se realice de forma correcta y en los tiempos necesarios, ya que una característica de este tipo de lesión es la elevada posibilidad de sufrirla en varias oportunidades.

Tratamiento: generalmente se recomienda el tratamiento RICE
Reposo: evitar exigir la articulación dañada.
Hielo: durante 10 a 15 minutos, 3 ó 4 veces al día para reducir la hinchazón y el dolor.
Compresión: para impedir edemas y brindar estabilidad.
Elevación: para reducir hematomas e inflamación.

Éste tratamiento debe complementarse con ejercicios que permitan recobrar estabilidad y fuerza, sesiones de fisioterapia y vendaje funcional.

2. PUBALGIA

Lesión que afecta a los grupos musculares ubicados en la zona inguino-púbica. Al igual que otro tipo de lesiones, la pubalgia presenta un origen traumático, como resultado de una caída o un salto incorrecto, por ejemplo, que genera una tracción en los aductores.

Síntomas predominantes: si bien suelen variar, usualmente se presenta dolor que se irradia hacia zonas cercanas a las ingles: muslos (pubalgia baja), pared abdominal (pubalgia alta), bajo abdomen o cintura pélvica. En algunas oportunidades, el dolor se acompaña de inflamación en aductores y abdominales.

Tiempo de recuperación: variará según cada paciente. Este tipo de lesión puede volverse crónica si el dolor persiste más de tres meses.

Tratamiento: consiste en suspender parcialmente la actividad física e iniciar terapia con medicación vía oral (analgésicos) hasta controlar la inflamación y el dolor. Posteriormente, es necesario iniciar un programa de fisioterapia que brinde estabilidad muscular a la pelvis. En los casos de pubalgia crónica (dolor por más de 6 meses), podría pensarse en un tratamiento quirúrgico.

3. LESIONES DE RODILLA

Una de las más habituales en el fútbol es la ruptura de Ligamento Cruzado Anterior. El mismo une el fémur y la tibia, y su principal función es brindar estabilidad anteroposterior a la misma.

Síntomas predominantes: dolor e hinchazón de la rodilla, cuya intensidad dependerá de la severidad de la lesión. En algunos casos, es posible que el paciente escuche un chasquido o tenga la impresión de que algo se rompe por dentro.

Tiempo de recuperación: en el caso de requerir cirugía, el deportista necesita mínimamente entre 6 a 8 meses de recuperación para la vuelta a su actividad previa a la lesión.

Tratamiento: en la mayoría de los casos el tratamiento es quirúrgico, salvo en paciente añosos o con poca demanda funcional.

4. DESGARRO MUSCULAR

Esta lesión del interior del músculo se presenta en el fútbol con mayor frecuencia en muslos y piernas. Cuando se dañan las fibras musculares, éstas se rompen y sangran produciendo una hemorragia. Las fibras dañadas pueden ser profundas o superficiales, por lo que no siempre se formará un hematoma en la piel. Generalmente, esta lesión se produce por fatiga o esfuerzo del músculo, pese a que también existen desgarros a causa de un golpe directo.

Síntomas predominantes: dolor intenso y repentino. En los casos más graves, se produce un hematoma como consecuencia de la hemorragia interna. El dolor empeora con el movimiento, por lo que el jugador no podrá continuar con la actividad deportiva por un tiempo determinado por el tamaño del desgarro.

Tiempo de recuperación: dependerá del grado de desagarro muscular:
Entre 8 a 10 días desgarro de Primer grado (daño leve de fibras musculares)
Entre 2 a 3 semanas desgarro de Segundo grado (ruptura parcial de fibras musculares)
Entre 3 semanas a 1 mes desgarro de Tercer grado (ruptura total de fibras musculares)

Tratamiento: generalmente se recomienda el tratamiento RICE (al igual que en el esguince), que permite proteger la lesión de daños posteriores, reposar las primeras 48 a 72 hs. y, luego de este tiempo, reanudar la actividad con movimientos musculares paulatinos.

El entrenamiento en el fútbol es tan importante como prevenir lesiones. En sanatorio Allende abordamos integralmente todo tipo de lesiones deportivas y sugerimos realizar una completa recuperación, efectuar ejercicios de protección de manera regular y utilizar un equipo de práctica deportiva adecuado.

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