Se define como una sensación de excitación genital sin un desencadenante sexual previo.
Puede ocurrir en el momento menos oportuno, ser molesto e incluso doloroso, causar vergüenza, culpa y hasta miedo al rechazo de la pareja. Aunque la sensación resulta similar a la de la excitación sexual, no se basa en el deseo y es totalmente ajena a la libido.
Una mujer que se encontraba en el último tramo de su embarazo. A un mes de dar a luz, concurrió al hospital para hacerse los últimos controles que le quedaban pendiente. Se trataba de una revisión de la zona pélvica que incluía vagina y cuello uterino.
En el momento que comenzó a examinarla, la mujer se sintió “particularmente sensible” y sin poder evitarlo, comenzó a tener un orgasmo. “Sentí mucha vergüenza, no pude evitarlo. Se me escaparon algunos gemidos y las piernas me temblaban”, explicó según trascendió a través de The Sun.
¿Qué pudo haber pasado?
“Se trata de un síndrome ninfomaníaco o también conocido como sensibilidad aumentada del punto G”, explica a Con Bienestar el doctor Marcos Yajnes, médico obstetra (M.N. 55399). El especialista señala que esta es una patología psicológica y cualquier mujer lo puede padecer, independientemente de si esté embarazada o no. «En el tacto vaginal, muchas veces se tocan zonas erógenas (sensibles al ser estimuladas), por eso es muy frecuente que suceda aunque no todas lo cuentan», agrega.
- Raro
- Asqueroso
- Divertido
- Interesante
- Emotivo
- Increible