Las nuevas tecnologías en diagnóstico por imágenes son cada vez más precisas para prevenir el cáncer de mama.
Siempre podemos sumar controles en nuestro salud que otorgan grandes beneficios. En el caso de la mujer, los exámenes mamarios son clave para la prevención de enfermedades. Las calcificaciones mamarias en particular son depósitos diminutos de calcio en el tejido de las mamas, que se observan en la mamografía como pequeños puntos blancos. Estas calcificaciones no se palpan al tacto ni causan molestias y se encuentran durante una mamografía de control.
En sí mismas, las calcificaciones mamarias no son peligrosas. La mayoría de las veces reflejan una causa benigna, pero en algunas ocasiones pueden ser un signo de cáncer de mama y el médico decidirá si es necesario solicitar otros estudios.
El doctor Ricardo Rojas (MN 87952), médico experto en diagnóstico por imágenes, especializado en intervencionismo mamario, destacó que “el diagnóstico precoz es fundamental para detectar el cáncer de mama en las etapas iniciales, cuando el tratamiento puede ser más exitoso”.
La clave del hallazgo y análisis de microcalcificaciones
La calidad de las imágenes de la mamografía resulta importante para detectar microcalcificaciones y evaluarlas. “Las nuevas tecnologías, como la mamografía digital, ofrecen mejor discriminación entre los diferentes tejidos mamarios, facilitando la distinción de las calcificaciones sobre todo en mamas más densas o que han recibido radioterapia previa”, destacó Rojas.
El calcio que se consume con los alimentos o los aportes suplementarios no tiene ninguna relación con las calcificaciones en las mamas. Los cambios que se producen en los tejidos mamarios a lo largo de la vida de la mujer pueden tener relación con su presencia; por ejemplo, la secreción láctea puede generar calcificaciones durante la lactancia en mujeres más jóvenes, mientras que después de los 50 años, las calcificaciones pueden relacionarse con envejecimiento de los tejidos, quistes de mama, calcificaciones vasculares, etc.
Las causas de las calcificaciones mamarias pueden incluir:
– depósitos de calcio en las arterias dentro de las mamas
– alguna lesión antigua
– infección en el tejido mamario
– quistes o tumores no cancerosos (benignos)
Los polvos, desodorantes o cremas aplicados sobre la piel pueden generar imágenes similares a las calcificaciones; por eso se recomienda no colocarse ningún producto de belleza antes de realizar una mamografía o ecografía.
¿Cuándo son sospechosas las calcificaciones?
Para valorarlo, el médico toma en cuenta varios aspectos de las imágenes obtenidas en el estudio: el tamaño de las calcificaciones, su forma, localización y distribución, y si permanecen sin cambios con el tiempo.
Las llamadas macrocalcificaciones son muy comunes en la edad adulta. Son más grandes (más de 2 milímetros), redondeadas y suelen observarse como puntos blancos en la mamografía. Las calcificaciones grandes, homogéneas, separadas entre sí suelen ser benignas y es muy probable que no se requiera hacer ningún otro estudio. Las microcalcificaciones corresponden a depósitos diminutos de calcio y según su apariencia en la mamografía, los antecedentes personales y familiares, puede necesitarse control más frecuente (mamografía cada 6 meses) u otro estudio.
Las estadísticas señalan dicen que 9 de cada 10 mujeres sobreviven al cáncer gracias a la prevención, por eso los expertos instan a que todas las mujeres realicen sus controles de forma regular y con el seguimiento de un médico especialista.
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